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jueves, 21 de abril de 2016

Lovecraft, el miedo y el control, escrito por El Barón Rampante

HP Lovecraft es un autor americano de finales del siglo XIX y  principios del XX. Destaca principalmente por sus relatos de terror y ciencia ficción y la invención del terror cósmico, además de la mitología de los mitos de Cthulu. El terror cósmico era muy revolucionario para el relato de terror de la época dado que dejaba de lado los fantasmas y demonios y usaba viajes en el tiempo, seres alienígenas, otras dimensiones...

Los mitos de Cthulu consisten principalmente en relatos sobre seres provenientes de otras dimensiones que llevan existiendo desde el origen del cosmos y que en algún momento visitaron la tierra en la cual fueron adorados como dioses, y después de muchos años, en la época actual, vuelven a la tierra normalmente invocados por un culto o algún ritual olvidado hace milenios.

Según wikipedia, el miedo es una emoción caracterizada por una intensa sensación desagradable provocada por la percepción de un peligro. Freud, además, diferenció entre dos tipos de miedo, miedo real cuando el miedo es proporcionado al nivel de peligro y el miedo neurótico cuando estos dos no tenían nada que ver. El miedo se trata de un recurso de la mente humana y animal para mantener al sujeto lejos de la amenaza y el peligro.

Y me paré a pensar ¿son los primordiales de Lovecraft verdaderamente terroríficos? Y si es así ¿por qué?. Lo primero que pensé era si suponían una amenaza o un peligro, y la verdad es que lo son. Casi todos los primigenios son muy peligrosos y tienen capacidad de erradicar la raza humana o el planeta a voluntad. El problema es que los personajes protagonistas no saben eso, ninguno de ellos sabe lo que está pasando y la mayoría acaban en contacto con estos seres por casualidad o por curiosidad. De manera que si no saben lo que son estos seres porque es una situación que les supera por completo, ¿como pueden tener miedo si no les ven como una amenaza ya que no saben lo que son?

Quizá hay que definirlo como un miedo a lo desconocido. Ante la duda, la mente les dice que se alejen de “eso”, ya que podría ser una amenaza; eso explicaría, por ejemplo, el miedo que muchas personas le tienen a la oscuridad. ¿Pero entonces por qué cuando somos pequeños no tenemos miedo de elementos que entonces también nos son desconocidos como las sillas o un perchero? Porque el miedo a lo desconocido en verdad está relacionado con el control. No le tenemos miedo a las sillas y a los percheros porque ellos están bajo nuestro control, se los puede manipular y están a la merced de nuestras acciones y sabemos que esperar de ellos. Sin embargo la oscuridad es diferente, en ella tenemos dificultad para maniobrar debido a nuestra reducida visión, la realidad cambia y para nuestra percepción desaparecen cosas o las vemos de diferente forma y además es algo que no depende de nosotros sino si es de noche o de día. Todo eso limita nuestro control sobre la situación de gran manera y eso es lo que nos da miedo.


Esto se ejemplifica mucho en los mitos. Los personajes protagonistas no tiene miedo porque vean peligrosa la situación sino porque llegan a darse cuenta de la magnitud de la situación y como les supera. Estos seres provienen de lugares que escapan a la razón humana, provienen de una época anterior a la vida en la tierra, los protagonistas desconoce que hacen o sus intenciones y no se sabe de qué son capaces exactamente. Esto causa en  los humanos que se sientan indefensos, insignificantes, porque en ese momento se da cuenta de que para estos seres no son más que un grano de arena en la playa que es el cosmos. La mayoría de los protagonistas de los relatos de los mitos son profesores de universidad, investigadores y personas cultas para resaltar esta idea ya que estas personas que son distinguidos entre nosotros por sus conocimientos en verdad no saben nada de la realidad. Todo esto reduce a la raza humana a la máxima indefensión posible, y eso es lo que nos da miedo.

jueves, 14 de abril de 2016

El Amor como Enfermedad, escrito por Nkiruka Chapman

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.
Lope De Vega

El poema expone ciertos sentimientos, estados de ánimo, y adjetivos que produce el amor en las personas. Algunos son positivos pero otros no. Ciertamente, ¿quién de nosotros no ha escuchado en innumerables ocasiones la frase 'el amor duele'? Más que una frase hecha se trata de una realidad que todos confrontamos. ¿Acaso no sentimos pena o tristeza al enterarnos de que una persona a la que apreciábamos ha fallecido? Ese sentimiento de amor se convierte en tristeza. Mientras más cercano a esa personas estuvieras mayor es el sentimiento de tristeza y desasosiego.
Pero no me gustaría aquí hacer una reflexión acerca del dolor que produce el amor ni nada semejante. Muchos de nosotros ya conocemos el amor. No me refiero a nuestra 'media naranja', sino a haber sentido amor hacía nuestros padres, abuelos, hermanos, familiares o personas cercanas a nosotros en general. Y ¿a quién no le gusta sentirse querido de vez en cuando?
Me gustaría hacer hincapié en una saga de ficción que trata este tema en particular.
La saga Delirum narra cómo en una sociedad utópica/distópica el amor es controlado y tiene una connotación negativa. El amor es signo de felicidad, cariño, placidez, y aspiración por muchas personas desde un principio. Es decir, nos produce un bienestar íntimo que nos agrada. Para esta gente también significaba el principal vínculo de donde derivan el odio, la ansiedad, la tristeza, la angustia, etc. - todo rasgo de personalidad en sí -. Por lo tanto, el amor para ellos es una ‘enfermedad’ que aunque nos hace sentir pletóricos también saca lo peor de nosotros mismos. Este concepto del amor también lo tenemos presente nosotros, pero en el libro lo llevan a lo extremo. Los jóvenes del libro, al cumplir la mayoría de edad, son operados contra esta 'enfermedad'.

Las gentes de este futuro no creen en la fuerza del cariño, están fielmente convencidos de que el amor no es algo ‘bueno’ para el desarrollo de la humanidad. Los habitantes son aislados, rodeados de muros a modo de protección de los salvajes que viven al libre albedrío, desenfrenados, sin normas y, desde su percepción, derechos a la perdición. 
La operación extirpa todo rasgo de personalidad y deja un ser inerte el cual tiene establecido un cometido para la vida en sociedad. No se puede salir de la regularidad una vez 'curado'. Literalmente, ni sé te puede pasar por la cabeza hacerlo.
¿Cómo sería vivir en una sociedad así? Después de la operación dado que tus sentimientos se encontrarían en un estado disfuncional, todo pensamiento de libertad, imaginación, ganas de vivir o incluso deseo de felicidad se vería interrumpido. Sin embargo, antes de la operación eres un niño como otro cualquiera. Naceríamos con la capacidad de amar, imaginar, jugar como lo haría un niño normal, pero ¿qué pasaría si desde pequeños nos dicen que el amor es algo malo que nos deban extirpar? ¿Como sería que tus padres no te quisieran y que solo te cuidaran porque así está establecido que lo hagan?
Un mundo feliz también expone este tema, donde el amor recibe una percepción negativa para el colectivo. Esto es visible en la reacción que tienen respecto al concepto de madre o padre y a la monogamia. Estos humanos son modificados desde un principio y como se aprecia en el libro carecen de todo conocimiento de las consecuencias que ha conllevado el cambio. Como en Delirium viven aislados y se les ha establecido lo que deben pensar y en ambos casos se deja al sentimiento de amor aparte. La diferencia es que en Delirium los personajes si tienen esa capacidad de amar (hasta la mayoría de edad) y en Un  mundo Feliz no deberían. Por otro lado, ambos libros contienen bastantes similitudes importantes como la falta de literatura y el arte. Esto es obviamente por la función poética y emotiva que ello conlleva. En el caso de Delirum sin emociones no hay sentimientos a transmitir. Además, en esta saga el principal objetivo de erradicar el amor es a razón de una estabilidad social y económica al igual que en Un Mundo Feliz.

Para concluir me gustaría decir que Delirium es una buena saga para los que nos gustan los libros rápidos y fáciles de leer y entender. Lo recomiendo porque a mí me enganchó desde los primeros capítulos y el argumento es bastante interesante.

domingo, 10 de abril de 2016

Reseña de "La sonrisa de Mona Lisa", escrito por Katniss Everdeen

En 1953, Katherine Watson (Julia Roberts) se traslada desde California al campus de la prestigiosa y estricta universidad de Wellesley en Nueva Inglaterra para enseñar historia del arte. En plena postguerra, Watson espera que sus estudiantes, las mejores y las más brillantes del país, aprovechen las oportunidades que se les presentan para emanciparse. Sin embargo, poco después de su llegada, descubre que la prestigiosa institución está anclada en la tradición y el conformismo. - FILMAFFINITY

La sociedad de 1953, está a un mundo de la nuestra ahora. No tenían ordenadores, ni redes sociales, ni smartphones, ni sitios de ocio llenos de tiendas y cines ni una vida social tan "bulliciosa" como las nuestras. Sin embargo, hay una cosa que si tenían. Entre todas aquellas personas, había una o dos que se cuestionaba las cosas y se atrevía a exponerlo. A no callarse. Por ejemplo, en el caso de la película, Katherine Watson al llegar a esta prestigiosa escuela, llega con el propósito de intentar enseñar a esas chicas. Y cuando me refiero a enseñar, no sólo me refiero a Historia del Arte, sino también a ciertos valores, como podrían ser cívicos, sociales y, principalmente, morales. Estas alumnas de Wellesley, aún siendo lo suficientemente afortunadas de recibir una educación en 1953, tenían algo en mente que resultaba de mucha más importancia y era casarse. Casarse, no divorciarse nunca jamás, vivir única y exclusivamente para su marido y a ser posible, formar una familia para que perdurara el apellido por los restos de los restos. Katherine, en cambio, en cuanto identifica esta manera de actuar, decide intervenir. Y, en mi opinión, lo hace como mejor puede hacer una profesora comprometida, y es interfiriendo en el entorno del que se rodean. De repente, deja de dar el temario según como se plantea en la Universidad, y recurre a métodos de enseñanza mucho menos tradicionales, pero mucho más efectivos. Hace que las chicas piensen por ellas mismas, que vivan el mundo a través de sus ojos y no a través de los ojos de la sociedad, y, por último pero no menos importante, que se cuestionen lo que hacen y se den cuenta de que su mundo no se acaba si a los veinte están sin un anillo de compromiso en el dedo. En definitiva, las saca de su burbuja y las orienta hacia un camino mucho más amplio. 

 Me parece que saca a la luz temas como el rol de las mujeres en los años 50 y como estaba tan definido. Como había que dedicarse exclusivamente a las tareas de la casa y al hombre. Afortunadamente, esto no ocurre hoy, pero, sin embargo, para haber avanzado mas de 50 años, sigue habiendo desigualdad de género en nuestra sociedad. Y eso lo vemos en nuestro día a día, empezando por la carta que escribió hace un par de meses Jennifer Lawrence cuando al filtrarse unos datos en internet, se enteró de que sus compañeros habían cobrado mas que ella en una de sus películas. ¡Incluso no hace falta irse tan lejos! Problemas así también ocurren entre personas de nuestra "calaña" .  Sin embargo, en los años 50, probablemente había cuatro gatos manifestándose contra este tipo de cosas, pero, hoy en día contamos con multitud de campañas como puede ser la que fundó ONU Mujeres y potenció con su facilidad para el discurso Emma Watson, ( #HeForShe ) y programas de integración laboral. Dejando esto a un lado y volviendo a la película, considero que el papel que interpreta Julia Roberts, es absolutamente maravilloso y sin lugar a dudas, si yo alguna vez fuera profesora, me gustaría tener el impacto que tuvo ella en sus alumnas y hacerlo de la manera en que lo hizo ella.

Es una película que ya había visto anteriormente, y que, desde mi punto de vista, se puede ver varias veces y apreciarla y considerarla como la primera vez. Apuesta por la educación como forma de cambio, de fortalecimiento y de reflexión- y sin duda eso es una de las cosas que hacen de "La Sonrisa de Mona Lisa" una obra maestra.