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domingo, 24 de septiembre de 2017

Pecado y penitencia II: Envidia

En los últimos años, su amiga del alma ha conseguido zafarse de los kilos condenados socialmente a base de sacrificio y esfuerzo; ha alcanzado el trabajo que ansiaba a través del estudio, la valentía y la constancia; es dueña de su vida y no cuestiona a nadie las decisiones que toma en la suya. ¿Y quién se cree para ir de triunfadora?
Es incapaz de reprimir el odio y el desprecio cada vez que la ve pavonearse en las escasas reuniones en las que se ven; su amiga, que era una joven gorda y torpe ahora se desenvuelve como si fuera la reina del mambo, coqueteando con unos y otros. Cada vez que habla sobre su adorado trabajo, no puede evitar interrumpir con preguntas impertinentes y malos modos, adjudicándose el protagonismo; en ese grupo, la única con una labor relevante es ella, no importa que otras personas se dediquen a la medicina o la enseñanza. Sólo es capaz de escuchar a la amiga cuando ésta relata algún fracaso amoroso, prueba irrefutable de que a pesar de todos sus éxitos es una pobre infeliz.
Y sin embargo, cada insulto velado y ridiculización dirigidos a la amiga son respondidos por ésta con una carcajada que se ríe de sí misma. Cada fanfarronería son contestados con una frase irónica. Cada interrupción, con un silencio que dice más que mil palabras.
No puede dejar de notar que hace años que la amiga no la llama, y si lo hace es muy de tarde en tarde. Tampoco comparte con ella ningún tipo de confidencia, sólo las que cuenta al grupo de amistades. No cuenta con ella en sus planes y evita su compañía en las ocasiones en las que están en un grupo grande. Y además, no reacciona a ninguna de sus interacciones en las redes sociales, como si éstas carecieran de importancia. Ella lo ve como una muestra de la vanidad de la amiga y no como una protección contra sus ataques.  Y no obstante, cada vez que se siente ignorada no puede evitar desgarrarse por dentro y llorar en silencio.

No hay posibilidad de redención, no existe condena. En el pecado va la penitencia.

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